viernes, 24 de abril de 2009

Esto es secreto.
He dejado sorpresas en el camino; atrás de la puerta, en la palanca del baño y
bajo la cama -donde nadie mira-.
Me hago amiga de tus calcetines sucios e inventé tu nombre y la forma nada común de decir... eso.
Todo es una sorpresa fantástica, hasta tus cuentos de media tarde; aquel de las estrellas que están arriba porque son muchas, o el de la escoba, donde la escoba barría; pero sin duda suelo soñar con el de mi oreja, la ciudad de mi oreja en donde colocaste un beso, y en la ciudad... llovía.
Es el timbre seis, recuerdo, recuerdo, la llave tres y la puerta fea que cierra raro.
Es el cuarto a mano izquiera con las estampitas "playeras" que esconden la "cosa"-o cosa, gran cosa, muestranos la cosa-.

La cosa... es la cosa, aretes que cuelgan de las orejas de la mesita de cristal, albergue de notas recados fotos tarjetas libros y todo lo que un buen curioso podria desear para la tarde en la que nos revolcamos en tu cama del alambre salido que me lastima cuando me escondo.
La tarde en la que llueven gotitas de mi en tu ciudad, pais, planeta , universo etc.
Donde florece un suave aroma a ti, a sorpresas.

Janniesse Mérida

No hay comentarios: