Te llevaría en las maletas.
Serías las estrellitas que brillan en la noche sobre el techo de mi pared.
O un cangrejo al que perseguiría incansablemente por la playa.
O mi ropa O mi anatomía.
Podría desde mi ventana mirarte... azul.
Bañarme en ti hasta que la tarde anaranjada se haga más ruidosa.
¿Te vas conmigo?
Puedes ser mis aretes de sirena.
mi cama, mi espalda o tú mismo.
...o yo puedo volver cada que pueda.
Janet Mérida
De un desayuno con Eusebio Ruvalcaba
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Por Luis Manuel Amador
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Hace 7 años
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