lunes, 26 de enero de 2009

EsCuChAnDo

Acepto que las cosas más extrañìsimas ocurren en oaxaca.

Anoche ( y digo anoche porque la verdad no recuerdo que dìa fue), con todo y el frío que hacía, pegué propaganda sobre el andador acompañada por Oppa... no, yo lo acompañaba a èl.
Durante un rato estuve casi congelándome viendo los mínimos vestidos de las muchachas invitadas a los quince años, ¿tomarían algo antes de ponerse los mini-vestidos para no morir de hipotermia?
escuchaba "Gray noise" desde mi cel, pero la batería señaló: moriré en un par de minutos si no me dejas en paz, es decir: apágame de una vez.
Me quité los audífonos, miré desde la ventana de Comala si oppa seguía dentro y luego escuché:
ja ja ja ja
voltee para ver al que hacía mofa de mi espera... nadie.
luego la risa se repitío y yo repetí mi cara de disgusto.
Se repitío nuevamente. Maldición, ¿Quién se esconde cuando se ríe? ¿por qué no se ríe frente a mí para que le sea más gracioso?
Me quedé quietecita agarrada de la reja de la ventana esperando al de la risa: lo tomaría por sorpresa y entonces ajustaríamos cuentas.
Luego de mi acto (y de mi pena por no encontrar a quien golpear) pensaba en cómo intimidar a una bolsa negra supergorda que reía despreocupadamente debajo de la sombra de una palmera.
Oppa salío y cuando nos acercamos a las chicas de los mini-vestidos supe que la hipotermia les llegaria en breve. tenían los labios morados y las piernitas de "pollo" ( como les llama mi mamá). Fuimos a una farmacia por toallitas antibacteriales y la mujer que pagaba antes que yo era cuestionada por la niña:
-Mamà, enserio que la tortuga se va a morir?
-Por qué?
La mamá decía no saber la razón, a lo que la niña respondió:
-ahhhh...que tortuga tan gay.

Valla.... que sería de mi si prestara tanta atención al mundo?



Janet Mérida

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